¿GUÍA TELEFÓNICA PELIGROSA?
Hace algunos años se comentaba, por la extrema pobreza en que siempre hemos vivido, “En Guatemala, la mitad de la población vende números de lotería, la otra mitad los compra”. Hoy podemos decir, sin temor a equivocarnos: “En Guatemala, la mitad de la población delinque y la otra mitad es la víctima”. El crimen organizado ha hecho uso –y sin ningún costo- de los recursos a su alcance, uno de estos recursos son las guías telefónicas editadas y publicadas por PUBLICAR.
No sé cuántos guatemaltecos que tienen línea fija, han recibido llamadas para extorsionarlos y digo, no sé, porque estas estadísticas no existen. Personalmente recibí una de estas llamadas. Al descubrir la intención de quien llamaba, colgué el auricular del teléfono y lo desconecté durante tres días. Es importante anotar que estas extorsiones por teléfono se originan en las cárceles del país, aún con las millonadas que se han invertido en antenas bloqueadoras de señal, que más parecen la carabina de Ambrosio que bloqueadoras. Sin embargo, esto no extraña a nadie, dado a que el Ministerio de Gobernación junto con la Dirección General de Presidios ostenta el primer lugar en cuanto a actos de corrupción. Es casi seguro que el contrato para la adquisición de estas antenas se hizo con el conocimiento previo que no servirían, pero que proporcionarían algunas millonadas a los encargados del contrato, eso era seguro.
Nosotros como ciudadanos comunes no entendemos como es posible, que en cada requisa a las cárceles del país, incautan cantidades exageradas de celulares, televisores (de pantalla plana), componentes de sonido, etc. No cabe duda que el alcaide y demás autoridades de la prisión están involucrados en el negocio, pero lo inaudito del caso es que estas autoridades las mantienen en el puesto, a pesar de la responsabilidad que tienen en estos hechos ilícitos. La respuesta, muchas de estas ganancias se van para arriba.
Como los guatemaltecos estamos desprotegidos ante estos hechos delictivos y el Presidente de la República nos consuela diciéndonos “AGUÁNTENSE”, creemos que el procedimiento a seguir es llamar a Publicar cuyo número telefónico es el 2384 5500 para solicitar lo borren del listado de la guía Telefónica. Este es un derecho inalienable que tenemos todos los guatemaltecos, porque en ningún momento se nos consultó por parte de esta empresa, si deseábamos o no que nuestro nombre y número telefónico fuera publicado.
El problema es que además del número telefónico, al extorsionador se le proporciona también, la dirección de nuestra residencia, de tal manera que sin pagar servicios de investigación, estos señores tienen a la mano toda la información que necesitan. Hay personas que tienen dos, tres o más viviendas cada una con número telefónico, esto les da una pauta a los delincuentes, que este usuario es solvente económicamente y una muy buena presa para extorsionarlo. Si la empresa PUBLICAR no accede a los requerimientos de las personas interesadas, será necesario acudir a la Procuraduría de los Derechos Humanos, para que a través de un procedimiento legal, se haga efectiva esta solicitud.
Lea en la sección Documentos:SENTIRNOS HIJOS (la conciencia ecológica) y La fábrica de hechos políticos a través del conflicto mediático entre Colombia y Venezuela
Hace algunos años se comentaba, por la extrema pobreza en que siempre hemos vivido, “En Guatemala, la mitad de la población vende números de lotería, la otra mitad los compra”. Hoy podemos decir, sin temor a equivocarnos: “En Guatemala, la mitad de la población delinque y la otra mitad es la víctima”. El crimen organizado ha hecho uso –y sin ningún costo- de los recursos a su alcance, uno de estos recursos son las guías telefónicas editadas y publicadas por PUBLICAR.
No sé cuántos guatemaltecos que tienen línea fija, han recibido llamadas para extorsionarlos y digo, no sé, porque estas estadísticas no existen. Personalmente recibí una de estas llamadas. Al descubrir la intención de quien llamaba, colgué el auricular del teléfono y lo desconecté durante tres días. Es importante anotar que estas extorsiones por teléfono se originan en las cárceles del país, aún con las millonadas que se han invertido en antenas bloqueadoras de señal, que más parecen la carabina de Ambrosio que bloqueadoras. Sin embargo, esto no extraña a nadie, dado a que el Ministerio de Gobernación junto con la Dirección General de Presidios ostenta el primer lugar en cuanto a actos de corrupción. Es casi seguro que el contrato para la adquisición de estas antenas se hizo con el conocimiento previo que no servirían, pero que proporcionarían algunas millonadas a los encargados del contrato, eso era seguro.
Nosotros como ciudadanos comunes no entendemos como es posible, que en cada requisa a las cárceles del país, incautan cantidades exageradas de celulares, televisores (de pantalla plana), componentes de sonido, etc. No cabe duda que el alcaide y demás autoridades de la prisión están involucrados en el negocio, pero lo inaudito del caso es que estas autoridades las mantienen en el puesto, a pesar de la responsabilidad que tienen en estos hechos ilícitos. La respuesta, muchas de estas ganancias se van para arriba.
Como los guatemaltecos estamos desprotegidos ante estos hechos delictivos y el Presidente de la República nos consuela diciéndonos “AGUÁNTENSE”, creemos que el procedimiento a seguir es llamar a Publicar cuyo número telefónico es el 2384 5500 para solicitar lo borren del listado de la guía Telefónica. Este es un derecho inalienable que tenemos todos los guatemaltecos, porque en ningún momento se nos consultó por parte de esta empresa, si deseábamos o no que nuestro nombre y número telefónico fuera publicado.
El problema es que además del número telefónico, al extorsionador se le proporciona también, la dirección de nuestra residencia, de tal manera que sin pagar servicios de investigación, estos señores tienen a la mano toda la información que necesitan. Hay personas que tienen dos, tres o más viviendas cada una con número telefónico, esto les da una pauta a los delincuentes, que este usuario es solvente económicamente y una muy buena presa para extorsionarlo. Si la empresa PUBLICAR no accede a los requerimientos de las personas interesadas, será necesario acudir a la Procuraduría de los Derechos Humanos, para que a través de un procedimiento legal, se haga efectiva esta solicitud.
Lea en la sección Documentos:SENTIRNOS HIJOS (la conciencia ecológica) y La fábrica de hechos políticos a través del conflicto mediático entre Colombia y Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario